"VIVA EL INFARTO"

Creo que no les da el cuero para escribir esa frase. Pero les gustaría. Tienen tanto odio dentro de sus cabezas que no pueden pensar sino con una visión monocromática. Es blanco o negro. Sos anti K (los buenos) o son de la Patota K. Asì de simple. Sin pensar mucho. Los "Contras" suelen chantajear a los periodistas que destacan las cosas positivas del gobierno. "Sos oficialista", extorsionan. Por suerte, eso sólo surte efecto en los periodistas sin una formación intelectual básica.

En cambio, por otro carril circulan los perversos. Los que se hacen llamar "Periodistas Independientes". En verdad son gerentes que defienden los intereses de las empresas para las cuales trabajan. Es lógico, qué otra cosa puede hacer un gerente sino defender la renta de esas empresas que pagan jugosos salarios de cinco o hasta seis cifras.

A raíz de los episodios coronarios del ex presidente Néstor Kirchner, y en forma encubierta, el médico Nelson Castro publicó un libro (Enfermos de Poder) en el cual relata los padecimientos de salud de los Presidentes motivados por las luchas de poder. En el caso de Kirchner habló de la irresponsabilidad de salir de quirófano para participar de un acto político.

Lo que no entiende Nelson Castro es que en la vida no todo se hace por dinero. Debe creer que todos son de su misma especie. Hay gente que milita y en la militancia no se miden los riesgos. Así como no lo midieron Kosteki, Santillán, Ferreyra, etcetera; tampoco lo midió Kirchner. Ese cálculo, en los verdaderos militantes, no se pueden mensurar.

Hoy Castro debe estar de festejos porque la Argentina por fin se libró de un demonio antidemokrático, korrupto, con poca kalidad republikana, krispado y autoritario. Causa por la que él tanto luchó. Pero no habrá festejado sólo. Supongo que al Happy Hours habrán llegado eufóricos Jorge Lanata, Alfredo Leuco(vich), José Eliaschev, Ernesto Tenembaum, Mariano Grondona, Luis Majul, Magdalena Ruiz Guiñazú y desde el cielo se sumó Bernardo Nuestadt.

Esos guardianes de la democracia, la reserva moral de la Argentina, no se animan a escribir "Viva el Infarto", pero estimo que ganas no les falta. No se animarán a escribirlo, salvo que las empresas a las cuales representan les exijan tal sacrificio. Después de todo, ser gerente implica ciertos sacrificios.