domingo, 10 de enero de 2010

¿TOKIO o VENECIA?



No es necesaria una lluvia intensa para que la calle Tokio (en pleno centro de Isidro Casanova) se torne en un callejón de aguas turbias. Los vecinos y frentistas del ligar se acostumbraron a vivir de este modo.
casanova hoy dialogó con algunos vecinos que solicitaron dar difusión a este problema para ver si las autoridades logran el mejoramiento de la zona.

Beatriz Da Costa cuenta que realizó diferentes visitas a la delegación municipal y que “siempre me dicen: ‘quedate tranquila’, pero nunca me solucionan el problema. Y la limpieza del lugar siempre es un problema porque vienen a tirar la basura los carritos y un vecino de la calle Malvinas que cuando pueda le saco un foto y lo denuncio porque en el verano no se puede estar en la vereda por el olor a podrido. A pesar de que pasamos el trapo todo el tiempo, estamos conviviendo con la mugre”. Otra vecina, Liliana, dice lo mismo: “algunos tiran deshechos y perros muertos que con el calor se descomponen y el olor es insoportable”.

La señora Da Costa le asegura a este periódico que “de la vereda de enfrente, contra el ferrocarril, hay dos árboles enormes que cuando hay tormenta me corta el servicio de electricidad en mi casa”. Por tal motivo, luego de dos reclamos verbales, presentó una nota en la Dirección de Parques, Plazas y Arbolado Público (Tokio y Lascano) el 21 de diciembre para que se realice la poda. Todavía aguarda una solución.

Parece mentira que una calle en pleno centro de la ciudad esté en las condiciones que está Tokio y una de las pocas de tierra en el barrio (Casanova Centro). Las lagunas se multiplican por doscientos metros (desde la ruta hasta Santiago) y en algunos casos el agua impide que los vecinos ingresen a sus domicilios. Tal es el caso de Rodolfo y Olga quienes pasaron sólo la Nochebuena para que sus familiares no se embarren al llegar. Rodolfo recuerda que junto a Julio Cánepa empezaron la última gestión para el pavimento de Tokio en 1999; “habíamos conseguido la firma del 82% de los frentistas. Pero nunca conseguimos el asfalto y yo ya estoy resignado”.
VECINOS QUE VIVEN CON MIEDO
Sobre Tokio vive la vecina Liliana que reclamó los cabezales de luz para iluminar la calle sobre los dos lados, pero tampoco tuvo suerte. “De noche es tal la oscuridad que, cuando yo no estaba, arrancaron una reja e ingresaron dos veces a mi casa robándome todo”, se lamenta.

La calle tiene una particularidad entre su paisaje casi no se ven personas. Lo chicos tienen vedado jugar en la vereda y los adultos optan por quedarse adentro de sus casas antes que conversar con algún vecino.

Las paradas cabeceras de Ecotrans (317) y Ideal de San Justo (185) aportaron su granito de arena al problema. Los reiterados robos hicieron que el colectivo 317 corriera su terminal a Asunción e Islas Malvinas, mientras que la línea 185 sigue utilizando la calle como playón de estacionamiento.

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